miércoles, 2 de enero de 2013

Welcome 2013

2012 acabado. Un año que empezó con ilusiones, reencuentros, labios destinados a estar juntos... Todo se fue al traste en un momento. Se veía venir, y desde luego, fue algo más que merecido. Pero dolía igual. Los golpes fueron devueltos con creces.
A partir de ahí las cosas empezaron a girar en una especie de espiral borrosa en la que no importaban las consecuencias de los actos. Sólo dejarse envolver y no pensar en lo que quedaba atrás.
Los meses fueron pasando y parecía que la estabilidad volvía. Pero un miedo interior impedía que eso sucediese. Algo muy profundo estaba sediento de locura, pasión e inconsciencia. Controlando a la bestia sólo vinieron más golpes, que hicieron resurgir la espiral borrosa en cierto modo. Pero esta vez era algo más consciente, algo que valía la pena disfrutar, tal como se hizo. Y algo que sigo sintiendo a día de hoy.
Estoy cansada de historias repetidas, mentiras, celos, impedimentos, lágrimas, recuerdos, lagunas... Pero soy feliz, y mucho, de hecho. He viajado a lugares de ensueño, con personas que no cambiaría por nada. He disfrutado de la vida lo que he podido. He comenzado a entender lo que la palabra responsabilidad conlleva.  He entendido que no todo tiene respuestas. Estoy aprendiendo a cerrar el corazón y sólo abrirlo para aquellos que merecen la pena.
Ha sido un buen año, especialmente por todo lo que he aprendido, o que al menos creo haber aprendido. 
Estoy segura de que este será aun mejor. Su número ya lo vaticina.
Bienvenido, 2013.