El lado bueno de las cosas

"El mundo te romperá el corazón de todas las formas imaginables. Eso está garantizado, y yo no puedo explicarlo; como tampoco la locura que llevo dentro ni la locura que llevan los demás.

La vida nunca es justa, pero debes afrontar los golpes y seguir adelante; y cuando tengas el corazón roto, tendrás que volver a construirlo, y no sólo eso, tendrás que volver a confiar... y ésta es la parte más difícil.

A pesar de todo ésto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones, debes seguir soñando.

¿Sabes por qué? Porque si no te ilusionas, porque si no sueñas, porque si no amas, ¿qué clase de vida estarás viviendo? ¿Para qué quieres una vida si no la estás aprovechando?

No se puede vivir con miedo toda la vida.

La vida es así; te caes, te levantas, y te vuelves a caer.

Pero, si ni siquiera te mueves por temor a caerte, en realidad ya te has hundido".

Nos dimos cuenta tarde

Nos dimos cuenta tarde,
los miedos ya embrujaban el colchón.
Si nada es importante,
¿por qué mi luz se apaga en un farol?.
Vendremos cada amanecer,
seremos mariposas sin color.
Dibujaremos sonrisas
en nuestros rostros llenos de dolor.
Y cuando caiga la luna,
jurarás no acordarte de mi olor.

Eyes never lie.

Los ojos. Dicen que los ojos no mienten. Los míos están cansados. Me doblan la edad. Tienen unas trazas de derrota que me gustaría borrar, pero no puedo. Están tristes, desilusionados, decepcionados, vacíos, oscuros, rotos. Se me ha quebrado la mirada de caer y levantarme tantas veces, y junto con ella, el alma. Se me ha escapado la vida.
Mis ojos lloran porque al perderte a ti, me han perdido a mí también.
Me siento como una veleta rota a merced del viento.

El silencio se desnuda...

El silencio se desnuda mietras tu mirada recorre mi piel sedienta de ti.

Las yemas de tus dedos provocan tsunamis de placer en cada uno de mis rincones.

Tu mirada profunda me despoja de miedos, de vergüenzas, de pasado, de futuro.

Tus carnosos labios dibujan enredaderas descendentes alrededor de mi cuello.
Sólo estamos tú y yo en la habitación... y la lujuria, que nos mira con envidia desde el umbral de la entornada puerta.

Me pierdo en tu sonrisa feroz que me desarma y me expone sin resistencia a tus más oscuros juegos.

Juntos, revueltos, dispersos, abiertos, carnívoros, vulnerables, poderosos, hambrientos, imprudentes, sensibles, dementes, unidos, salvajes, fundidos, ardientes, eufóricos, animales.

Y de repente, la calma. Una paz hecha de respiraciones satisfechas.

Apoyada en tu pecho, observo los secretos de tu  rostro mientras la ternura se me acumula en el pecho y la emoción se derrite en mis pupilas.

Cierro los ojos y sólo puedo pensar: "te quiero".

#mamind

No intentes penetrar en mi mente,

porque eso siempre me pertenecerá.

Mi Andalucía.

Dale al play (Paco de Lucía - Entre dos aguas). Cierra los ojos. Siente los acordes de la guitarra deslizándose por tu alma. Libera la sangre andaluza que te corre por las venas y deja que las imágenes de tu tierra te invadan la mente. Despierta a tus orígenes dormidos. Campos de olivos que parecen no acabar nunca, caballos blancos encabritándose, mujeres de tez morena haciendo de sus cuerpos arte al compás de las cuerdas de una guitarra. ¿No sientes esa sensación de añoranza? Es un sentimiento de pérdida y hallazgo, de libertad y de sumisión, de pasión y tristeza.

Me pierdo entre los callejones del barrio gótico y me encuentro en las orillas del río Guadalquivir. Contemplo con orgullo el Tibidabo mientras recuerdo la luz de la Alhambra.

Me maravillan las historias de Santa María del Mar y me enamoro bajo los arcos de la Mezquita de Córdoba.

Me embriaga el olor a mar de la Barceloneta y mis ojos se funden con los desiertos de Tabernas.
Me siento viva con la prisa de la Ciudad Condal y me derrito con el acento malagueño.

Me divido en cuerpo y alma; mente y sangre; la ciudad que me ha visto crecer y la tierra que me crió.

No te haces una idea de lo que te echo de menos, mi Andalucía.