Recuerdo tu mirada seductora, tus labios suaves, tu sonrisa arrebatadora, tu pelo rebelde, el color caramelo de tus ojos, el vello de tu pecho, tu piel fina y blanca, tu cuerpo suave, tu acento inconfundible, la manera en que me agarrabas el pelo...
Mataría por escuchar tu voz, tus palabras, las frases que me hacían llorar...
Moriría por sentirte.