Cuando quieres a alguien de verdad, haces lo que sea para mantenerlo a tu lado, y vas aun más allá para traerlo de vuelta. No importa qué haya pasado, no importa qué palabras sigan flotando en el aire.
Cuando se ama de verdad y pierdes a esa persona, no te sientas en la cama a llorar y esperar que el tiempo todo lo cure. Lo que haces es arrancarte el alma y entregársela. Luchas, pase lo que pase y cueste lo que cueste. Peleas contra todo y todos. Y sí, puede ser que todo sea en vano y acabes de nuevo en el punto de partido. Pero también puedes ganar la batalla y conseguir que esa persona vuelva a acurrucarse entre tus brazos.
¿Cuál va a ser tu opción? ¿Rendirte antes de haber empezado? ¿O no permitir que un "y si..." te persiga el resto de tu vida?
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